Las cárceles del alma


Título: Las Cárceles del Alma
Título original: Két Fogoly
Autor: Lajos Zilahy
Esta edición: 2004
Colección: El novelón de la Ser
Género: novela romántica

Las Cárceles del Alma cuenta la historia de Pedro y Miett desde su noviazgo hasta su definitiva separación. Pedro conoce a Miett en una fiesta donde se dedicaba a examinar la letra de las mujeres, la de la joven le causa tanta impresión que sólo piensa en ella. Es lo que se entiende por un flechazo.
Pedro es un chico que no trataba muy bien a su madre, así que me temía lo peor; pero la madre está también buscándole novia a espaldas de su hijo y está jugando con los sentimientos de la muchacha a la que quiere desposar con Pedro.
La novela narra todas las emociones de ambos, la obsesión mutua, los celos, los temores inexplicables, el impulso sexual. La verdad es que en ese aspecto Zilahy es un monumento de elegancia narrativa cosa que no creo que pueda decir de la mayoría de los escritores vivos que son de una vulgaridad deplorable cuando se trata de reflejar estas cosas y muchos de ellos son autores de renombre. El autor entiende, de forma educada, que las mujeres también tenemos «nuestras necesidades». La soledad está entendida de tres maneras, física, emocional y sexual. Y todas están ligadas entre sí. La soledad y la «necesidad» hacen mella en un ser humano joven más tarde o más temprano. Hasta la partida de Pedro el lector no se da cuenta que Miett es una chica muy guapa, el autor no lo cuenta, no atrae a los hombres a raudales, hasta que él desaparece. Zilahy no quiso basar la historia de amor de la pareja en una atracción tan física.

Es interesante para un lector español leer sobre tradiciones húngaras (convervan tratamientos heredados de la Corte Habsburgo española), y de los pueblos que lo componen. Es un mundo muy desconocido para nosotros, o mejor dicho, el mundo entero nos es completamente desconocido, incluído la propia Europa.
Me sorprende el conocimiento tan profundo que tiene Zilahy de la sociedad rusa, una cultura tan diferente a la suya. Al lector le resultará llamativo el trato tan bueno que reciben los prisioneros de guerra de la I Guerra Mundial en el Imperio Ruso. Institucionalmente se les trata muy bien y las gentes les tratan con cariño en cuanto les ven aparecer la población civil les da un poco de alimento y les sonrie.
El autor cuenta la vida cotidiana de los prisioneros y cómo la revolución de Octubre cambia la existencia de los rusos y no sólo administrativamente sino espiritualmente. Para Zilahy el pueblo ruso es bueno y apacible por naturaleza y esa Naturaleza bondadosa es contaminada con el odio de Lenin. Ese odio también contamina a prisioneros húngaros.
Durante el cautiverio de Pedro aparecen personajes reales como el Zar,su familia, el jefe del pelotón de ejecución… hay un pequeño error en la novela: la hija mayor del Zar no era Tatiana, como dice él, sino Olga. ¿Que si estoy segura?. Absolutamente.

Personalmente, esta novela me ha aburrido más y se me hecho pesada que la de Algo flota sobre el agua, sobre todo la primera mitad, también este libro es el doble de grande, también hemos de reconocer que no soy un lector de «novela romántica».
Este No es un libro para encontrarse sorpresas ni giros narrativos. ¿Por qué se llama Las Cárceles del Alma?; una cárcel es la pasión sexual, otra la prisión física de Pedro aunque no tengan barrotes esas prisiones y… no sabría decir más.

 

 
Detect language
Afrikaans
Albanian
Arabic
Armenian
Azerbaijani
Basque
Bengali
Belarusian
Bulgarian
Catalan
Chinese (Simp)
Chinese (Trad)
Croatian
Czech
Danish
Dutch
English
Esperanto
Estonian
Filipino
Finnish
French
Galician
Georgian
German
Greek
Gujarati
Haitian Creole
Hebrew
Hindi
Hungarian
Icelandic
Indonesian
Irish
Italian
Japanese
Kannada
Korean
Lao
Latin
Latvian
Lithuanian
Macedonian
Malay
Maltese
Norwegian
Persian
Polish
Portuguese
Romanian
Russian
Serbian
Slovak
Slovenian
Spanish
Swahili
Swedish
Tamil
Telugu
Thai
Turkish
Ukrainian
Urdu
Vietnamese
Welsh
Yiddish
  Afrikaans
Albanian
Arabic
Armenian
Azerbaijani
Basque
Bengali
Belarusian
Bulgarian
Catalan
Chinese (Simp)
Chinese (Trad)
Croatian
Czech
Danish
Dutch
English
Esperanto
Estonian
Filipino
Finnish
French
Galician
Georgian
German
Greek
Gujarati
Haitian Creole
Hebrew
Hindi
Hungarian
Icelandic
Indonesian
Irish
Italian
Japanese
Kannada
Korean
Lao
Latin
Latvian
Lithuanian
Macedonian
Malay
Maltese
Norwegian
Persian
Polish
Portuguese
Romanian
Russian
Serbian
Slovak
Slovenian
Spanish
Swahili
Swedish
Tamil
Telugu
Thai
Turkish
Ukrainian
Urdu
Vietnamese
Welsh
Yiddish
             
 
 
Text-to-speech function is limited to 100 characters
 

 

 
Detect language
Afrikaans
Albanian
Arabic
Armenian
Azerbaijani
Basque
Bengali
Belarusian
Bulgarian
Catalan
Chinese (Simp)
Chinese (Trad)
Croatian
Czech
Danish
Dutch
English
Esperanto
Estonian
Filipino
Finnish
French
Galician
Georgian
German
Greek
Gujarati
Haitian Creole
Hebrew
Hindi
Hungarian
Icelandic
Indonesian
Irish
Italian
Japanese
Kannada
Korean
Lao
Latin
Latvian
Lithuanian
Macedonian
Malay
Maltese
Norwegian
Persian
Polish
Portuguese
Romanian
Russian
Serbian
Slovak
Slovenian
Spanish
Swahili
Swedish
Tamil
Telugu
Thai
Turkish
Ukrainian
Urdu
Vietnamese
Welsh
Yiddish
  Afrikaans
Albanian
Arabic
Armenian
Azerbaijani
Basque
Bengali
Belarusian
Bulgarian
Catalan
Chinese (Simp)
Chinese (Trad)
Croatian
Czech
Danish
Dutch
English
Esperanto
Estonian
Filipino
Finnish
French
Galician
Georgian
German
Greek
Gujarati
Haitian Creole
Hebrew
Hindi
Hungarian
Icelandic
Indonesian
Irish
Italian
Japanese
Kannada
Korean
Lao
Latin
Latvian
Lithuanian
Macedonian
Malay
Maltese
Norwegian
Persian
Polish
Portuguese
Romanian
Russian
Serbian
Slovak
Slovenian
Spanish
Swahili
Swedish
Tamil
Telugu
Thai
Turkish
Ukrainian
Urdu
Vietnamese
Welsh
Yiddish
             
 
 
Text-to-speech function is limited to 100 characters
 

Articulo publicado en Literatura con las etiquetas: , . Guarda el enlace permanente.

0 Responses to Las cárceles del alma

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


¡IMPORTANTE! Responde a la pregunta: ¿Cuál es el valor de 9 4 ?